PERO ¿ HUBO ALGUNA VEZ ONCE MIL VIRGENES? 181y2v



El prólogo de Antonio Mingote / Uno de los trabajos fundamentales de Jardiel Poncela, en qué pose en solfa todos los amores y todo el confiados sentiments. Piensa en el amor y no desea más que la confianza de las almas grandes. Merece la lástima leída la encuesta inicial magnífica de Mingote y ver las ilustraciones de Penagos y del limpios Mingote, especialmente hechos para esta edición. 25v5u